Las casas de madera son opciones de viviendas más ecológicas y económicas que las de ladrillo y hormigón tradicional. La madera, no sólo es parte de la naturaleza, sino que su utilización es beneficiosa para el medio ambiente. Materiales naturales, no derivados del petróleo, reciclables y biodegradables, son los que conforman este tipo de viviendas, que también son consideradas -ecológicas-.
La madera es un material compuesto por fibras huecas, alineadas de forma axial a la longitud del tronco, estos espacios huecos contienen aire atrapado que les proporcionan cualidades en el aislamiento acústico y térmico. Con relación al aislamiento acústico la madera tiene valores muy superiores al hormigón y las paredes de ladrillos. Con relación al aislamiento térmico la madera es excelente. Una constatación práctica de esta característica es que difícilmente sentimos la madera extremamente fría o caliente cuando la tocamos, como sucede con otros materiales.
Siempre que el mantenimiento se ajuste a nuestras instrucciones, no tiene por qué ser menor que otra construida. En los países escandinavos pueden verse pueblos enteros construidos en madera con varios siglos de antigüedad.
La madera es un material combustible a temperaturas relativamente bajas. Este fenómeno, evidente para cualquier persona, crea una desconfianza, generalmente poco meditada, hacia su utilización en la construcción.
Las causas de los incendios no se encuentran generalmente en los materiales estructurales (incluida la madera), sino en los elementos de carácter decorativo, revestimientos, mobiliario, instalaciones hacia las cuales no siempre se mantiene la misma desconfianza. En el caso de la madera existen razones que permiten un buen comportamiento ante el fuego, en una situación de incendio:
La humedad ambiental o la lluvia no perjudican en absoluto a la madera.
No les perjudica, siempre que estén protegidas de los rayos UVA mediante tratamientos adecuados.
Por todos los beneficios mencionados concluimos que las casas de madera ofrecen “un valor agregado”. Se estima que un 90% de las casas en los Estados Unidos y Canadá son de madera, mientras que en los países escandinavos esta proporción es de 80%.